El tratamiento de ortodoncia suele ser necesariamente prolongado porque el movimiento de los dientes y huesos debe ser lento y continuo. Como sucede en la curación de una enfermedad, resulta difícil predecir su duración total. Esto depende de la gravedad del problema, la edad del individuo, los aparatos utilizados, la cooperación del paciente, y muy especialmente, de la competencia profesional de quién lo realiza. Incluso hay tratamientos que se hacen en varias fases separadas. En general, aunque en tratamiento suele necesitar unos dos años, la exacta duración depende de los factores individuales del propio paciente y esto podrá ser confirmado en el momento de comenzar el tratamiento.